Hoy hace un frio que pela, 5 grados que marcan los termometros.
El café se prepara, domingo gris por la manana.
Por fin tomo un poco de tiempo para comentaros donde estoy y a donde nos vamos.
En este momento trabajo en la segunda edicion de Llueven Queers y en el libro sobre las Panteras Rosas de Montréal, un grupo queer radical francofono que ya no existe (RIP).
La primera edicion de Llueven Queers estuvo sold-out apenas dos semanas despues de la salida de la imprenta. Y mucha gente se quedo sin ningun numero (incluid*s todos mis amig*s de canada, y toda mi familia).
Asi que este segunda edicion esta naciendo, y al contrario de la primera, mucha gente esta atenta al nacimiento.
No digo esto por egocentrismo, sino como constatacion de que no sabia lo necesario que era un libro de este tipo en nuestras comunidades queers hispanas. Si ya podia sentir el deseo de crear una cultura queer en castellano, creo que con este libro he visto aun mas todas las posibilidades que estamos construyendo.
Por supuesto, este libro no es mas que un granito de arena. Y lo que a mi me interesa no es tanto el libro, los dibujos, los comics, como el momento en que entramos en dialogo y nos preguntamos quienes somos nosotr*s y cuales son nuestras reivindicaciones. Como entendemos o no el queer. Es el momento en que dejemos de lado las traducciones de un queer anglosajon, y construimos trajes a nuestras medidas linguisticas y culturales.
Asi que lo que me impulsa de estas giras es el encuentro. El encuentro entre nosotr*s y el momento en que confrotamos nuestras ideas, el momento en el que estamos de acuerdo, y los preciosos momentos en que los que no lo estamos.
Y aun otra cosa, me gusta confrontar nuestro queer.
Puede sonar extrano, pero me encanta confrontar un queer que esta lejos de ser politicamente y humanamente perfecto. El efecto moda, la hipersexualizacion, la jerarquia de opresiones, la falta de acciones y valores anti-opresion y la creacion de opresiones dentro de nuestras comunidades Si bien en teoria, no tengo nada en contra el hecho de priorizar nuestras batallas, creo que priorizar no significa nunca invisibilizar, sino ser aliad* en las luchas que por diferentes razones nosotr*s no podemos propulsar.
Asi, que por ello, yo defiendo un queer quizas anti-opresion, quizas holistico, quizas, simplemente, un queer de la calle, de la accion directa, un queer feminista, anti-racista, un queer que crea espacios, que crece a partir de la auto-critica.
Un queer que reconoce que no nacio en el aula de una universidad, sino en los cafés de los barrios bajos de San Franciso, Nueva York, Madrid, DF, un queer que hizo la performatividad en los ballrooms y en las fiestas de la movida, antes que ningun teoria fuera creada.
Y asi, la teoria se alimenta de la calle y la teoria alimenta a la calle, pero una teoria que no tiene sus pies en la calle, puede facilemente convertirse en un elitismo intelectual al cual muchos militantes no tienen derecho.
Creo que por eso, ciertas teorias queers y yo no hacemos buenas migas, y ciertas teorias y yo nos llevamos estupendamente.
Como militantes, la teoria es necesaria: debemos pararnos, hablar, reflexionar para ir mas lejos. Pero no sentirmos que no comprendemos, no sentirnos que no somos suficientes, no sentir que las politicas queers nacen en las aulas de las universidades: las politicas queers nacen en cada uno de nosotr*s que se besa en la calle, en cada una de nuestras manifestaciones, de nuestras fiestas, de nuestras preguntas.
Esa es la teoria, a veces es mas compleja, a veces es mas simple, pero siempre es necesaria y benefica cuando nos hace ir mas lejos en nuestras reflexiones.
En mi taller, desde donde os escribo, miro mis fanzines queers, feministas, anti-racistas... Creo que una vez conté mas de 500. Esos fanzines, que seguramente nunca tendran forma de libro, rebosan de teorias creadas por militantes de la calle, teoric*s no reconocid*s, expert*s del movimiento en el que viven.
Desgraciadamente, creamos en nuestros movimientos una jerarquia de saberes.
Y creamos en nuestros movimientos una ideolizacion de teoric*s que escriben libros.
Primero, porque hay tan pocos que la confrontacion critica necesaria entre ell*s tarda tiempo en hacerse (por ejemplo, judith butler ha sido la reina del queer durante anos porque no habia teoricos reconocidos que la confrontasen... pero esta situacion ha cambiado con la llegada de otros teoric*s reconocidos que ofrecen otras visiones de las politicas queers. La diversidad nos impide beatificar a personas y ayuda a enriquecer el movimiento. Habria que pensar como una persona queer llega a ser "reconocida" y por quién...esa es otra discusion).
Segundo, porque consideramos, y esto es culpa del cole, que un libro siempre es mas credible que un fanzine. Que un libro siempre es mas serio que una cancion, que un libro siempre es mas verdad que un taller donde 20 personas queers van a discutir. Y por ende, una persona que escribe un libro, es mas credible que una persona que milita, reflexiona, entra en dialogo, cuestiona y comparte sus pensamientos con su circulo militante.
A mi me encantan los libros y me encanta leer, ese no es el problema.
Creo simplemenete que la teoria, la reflexion puede tomar diversas formas, y no olvidar nunca que ser queer no es solo algo divertido, es algo, sobre todo, valiente, peligroso y anti-normativo. No olvidemos esta opresion y caigamos en un queer de laboratorio. La opresion heteronormativa existe y el queer no es solo una experiencia, un experimento, es una lucha contra un sistema politico heterosexista, esencialista, binario, racista, opresivo que mata fisicamente y/o mentalmente.
Pero no voy a ser pesimista porque no lo soy.
Creo que el queer es tambien crear comunidades, crear formas de cultura que representen nuestros valores y en las que podemos sentirnos identificad*s. Sentirnos apoyad*s, sentirnos acompanad*s.
Los pies en el suelo y la cabeza en el cielo.
:) te leo en mi cuarto.. y me olvido de todo lo demas, mencanta leer(te)...gracias
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